

Personalmente me parece que esta idea tiene bastante futuro dada la versatilidad que otorga al coche, combinándola con un bajo consumo. A medida que la tecnología eléctrica vaya avanzando se irán abaratando costes y probablemente se transforme en un concepto bastante común en el parque móvil de todo el mundo. En este caso concreto, creo que será muy útil emplear este eficaz sistema en vehículos todocamino (e incluso todoterreno) dado que las prestaciones de la tracción total son similares a las de un vehículo convencional y, al mismo tiempo, es más económico respecto al consumo.
Ya de paso, se me ocurre que a partir de este esquema se podrían desarrollar sistemas de ''propulsión complementaria'' en, por ejemplo, camiones (en los ejes de la carga o en el delantero) o autobuses, de forma que obtendríamos una ''semi-tracción total'' que permitiría al vehículo ayudarse del sistema eléctrico al arrancar, en situaciones de falta de adherencia o cuando se requiriera acelerar con fuerza. El sistema en este caso no constaría de decenas de baterías (que supondrían grandes costes y un incremento del peso) pues sería de uso puntual y con poca autonomía, recargándose, por ejemplo, con recuperadores de energía en las frenadas ubicados en las ruedas (tipo dinamo).
En definitiva, estos novedosos esquemas ya están empezando a dar mucho juego en la fabricación de nuevos modelos y la mejora de sus prestaciones, y seguro que en el futuro se les sacará mucho más jugo del que quizás creamos que se puede sacar ahora.
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